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Todo católico está llamado al ecumenismo


¿Qué es el "ECUMENISMO"?


Por Ecumenismo se entiende el movimiento surgido, por la gracia del Espíritu Santo, para restablecer la unidad de todos los cristianos. Participan en él los que invocan al Dios Uno y Trino y confiesan que Jesús es el Señor y Salvador. Casi todos, aunque de distinta manera, aspiran a una Iglesia de Dios única y visible. El Movimiento Ecuménico comenzó oficialmente con el Congreso Misionero de Edimburgo (Escocia) en 1910. Surgió en un ambiente protestante y en un contexto misionero, por la necesidad de presentar un frente unido en los países paganos. La Iglesia Católica considera la separación de los ortodoxos y los protestantes como una herida profunda infligida a la Iglesia de Cristo. Por lo que al mismo tiempo que las iglesias protestantes, inicia un movimiento a favor de la unidad de los cristianos.

Ecumenismo protestante

Las tres grandes figuras que pusieron las bases del ecumenismo protestante fueron:

  • Carlos Brent. Episcopaliano canadiense. En 1927 reunió en Lausana, Suiza, una conferencia que dio origen al movimiento Fe y Constitución. Su objetivo era unificar la doctrina.


  • Natan Sôderblom. Obispo luterano de Upsala, Suecia. Trató de enfocar la unidad de los cristianos bajo el aspecto práctico y no doctrinal. Buscaba la colaboración de las actividades prácticas como camino para llegar a la unidad. En el Congreso de Estocolmo de 1925 fundó el Movimiento Vida y Acción.

  • Juan Mott. Metodista, enamorado del ecumenismo. Su lema fue: "Mediante la acción unida de todos, demos muestra de que el ecumenismo es una realidad, dejando a la Providencia manifestarnos el camino a seguir". En 1946 recibió el Premio Nobel de la Paz y fue presidente vitalicio del Consejo Ecuménico.

Ecumenismo católico

Preocupada por la división de los cristianos, la Iglesia Católica continúa el movimiento ecuménico, a través de distintas acciones:

  • En 1925 se organizaron encuentros llamados "Diálogos de Malinas", entre el cardenal Mercier, arzobispo de Malinas y primado de Bélgica, y los anglicanos.

  • En 1930, el padre José Metzger fundó la asociación "Una Sancta", con el objetivo de fomentar el ecumenismo.

  • El Padre Watson, un protestante convertido al catolicismo, fundó el "Octavario por la Unión de los Cristianos". Consiste en dedicar cada año ocho días de oraciones y estudio a favor de la unión de los cristianos, del 18 al 25 de enero. Este octavario actualmente ha adquirido dimensiones mundiales.

  • En 1960, el Papa Juan XXIII, funda el "Secretariado para la Unión de los Cristianos". Fue puesto bajo la presidencia del Cardenal Agustín Bea, es el organismo católico por excelencia para promover la unión de los cristianos.

  • El "Decreto Conciliar sobre el Ecumenismo" (Unitatis Redintegratio), presenta las bases doctrinales y las líneas de acción práctica del ecumenismo católico. Fue promulgado por el papa Paulo VI el 21 de noviembre de 1964, durante la celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II.

  • La Asociación "Ut Unum Sint", palabras tomadas de Jn 17, 21, que significan "Que sean una sola cosa", fue fundada por la Congregación del Concilio y tiene como finalidad promover la unidad de todos los cristianos en la única Iglesia de Cristo.


Encuentros ecuménicos de los jerarcas de distintas confesiones


  • La asistencia de observadores de las Iglesias anglicana, luterana, reformada, metodista, cuáquera y otras, al Concilio Vaticano II.

  • En 1960, la visita del doctor Fisher, arzobispo anglicano de Canterbury.

  • En 1962, en encuentro del papa Paulo VI con el patriarca ortodoxo Atenágoras.

  • En 1965 Roma y Constantinopla levantaron mutuamente las excomuniones lanzadas en 1054.

  • En 1966 Paulo VI dialogó con el doctor Ramsey, sucesor de Fisher.

  • La costumbre de Juan Pablo II de orar en común, en todos sus viajes, con los representantes de los hermanos separados.

  • El encuentro en Ghana, de Juan Pablo II con el arzobispo anglicano de Canterbury, doctor Robert Runcie.

  • La visita de Elías II, patriarca ortodoxo de Georgia, al Vaticano.

  • La reunión en Patmos, Grecia, en1980, de representantes católicos y ortodoxos.


Encuentros ecuménicos de oración


En Taizé, Francia, el hermano protestante Rogier Schutz dirige una comunidad de oración interdenominacional, que organiza encuentros internacionales de reflexión y oración, con la participación de protestantes, ortodoxos y católicos. Su luz está inundando la cristiandad entera y representa un buen auspicio para la unidad de los cristianos. Porque la unidad de los cristianos es el gran sueño de Cristo, el deseo de esa unión debe penetrar la fe de la Iglesia; debe reflejarse en la actitud concreta de fe de todo cristiano-católico e influir en su actuar. A pesar de todo, es más lo que nos une que lo que nos divide.


Oración por la unidad de los cristianos


Padre lleno de bondad, te damos gracias por amarnos tanto hasta darnos a Jesús, tu primogénito; por Él, venimos ante ti a rogarte que en este año Santo nos impulses por medio de tu Espíritu a vivir el valor de la unidad, como verdaderos hijos tuyos.

Señor todopoderoso te pedimos que todos los cristianos encontremos en Jesús el vínculo de unión y amor, que nos haga más hermanos, olvidando las diferencias y así reine la paz y el perdón en toda la humanidad. Dios eterno, ayúdanos a que en esta celebración del 2000 aniversario de Jesucristo, podamos ofrecerle un mundo mejor para gloria suya. Que todos seamos uno, como Tú y Cristo son uno. Amén.


 

El año pasado, se recordó el 60º aniversario de la fundación del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, que tuvo como principal artífice al hoy papa san Juan XXIII. Este fue un primer paso oficial de la Iglesia Católica en el movimiento ecuménico, que se ha extendido hasta nuestros días.


El cardenal Kurt Koch, presidente de dicho dicasterio vaticano, transmitió un mensaje en el que recordó también los 25 años de la encíclica sobre el empeño ecuménico “Ut Unum sint”, firmada por san Juan Pablo II y en la cual definió al ecumenismo como una “vía irreversible de la Iglesia católica”.


Koch también explicó que dicho pontificio consejo “en nombre y por cuenta del Santo Padre, conduce diálogos ecuménicos con las otras iglesias y comunidades eclesiales”. El objetivo principal, lo recuerda el alto prelado, “es restaurar la unidad del único Cuerpo de Cristo herido, en el curso de la historia, por muchas divisiones”.


Como se sabe, el “Decreto Conciliar sobre el Ecumenismo” (Unitatis Redintegratio), presentó las bases doctrinales y las líneas de acción práctica del ecumenismo católico. Fue promulgado por el papa Paulo VI el 21 de noviembre de 1964, durante la celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II.


Ecumenismo en serio


Dado que este esfuerzo debe crecer en el tiempo, la Iglesia católica mantiene un diálogo permanente con diversas iglesias y comunidades eclesiales en el mundo. Esto con el propósito de establecer una especie de “red de amistad”, para no ver a estas como “enemigas”, sino reconocerlas como hermanos.


El punto de partida es el cimiento común que tienen todas en el bautismo, que es a la vez el puente de todo esfuerzo ecuménico.



La Iglesia enseña que para los católicos, sí es posible orar con todos los cristianos sobre la base del bautismo, incluso con muchos de los ortodoxos. Cuando algún representante del papa va a Constantinopla para la fiesta de san Andrés, participa siempre de la liturgia con una gran acogida de parte de los patriarcas.


Otras denominaciones con las que la iglesia comparte la oración, la liturgia, el trabajo social y las reflexiones teológicas, son el Anglicanismo, el Luteranismo, algunas vertientes de la Iglesia Ortodoxa y todas aquellas cuya base monoteísta postule que Jesús de Nazaret es el hijo de Dios (Dios mismo), el Mesías, también llamado Cristo.


Hacia una libertad religiosa


Algo que une actualmente a las iglesias cristianas -junto a otras religiones-, es el llamado a la libertad religiosa. Esta debe ser vista no solo como un “permiso” para abrir una iglesia o enseñar religión en las escuelas, sino como un derecho inalienable de la persona humana.


Se invoca por ello, a un gran compromiso de los estados y de las mismas iglesias que son mayoría en algunas naciones. Los gobiernos no deberían temer por la presencia de una religión como la cristiana, cuyos fundamentos son el amor al prójimo, la paz y la solidaridad. Por eso llama la atención de la mayoría de los creyentes en el mundo que están siendo perseguidos por razones de fe, el 80% son cristianos.


Fue así que san Juan Pablo II habló de un «ecumenismo de los mártires», pues todas las comunidades eclesiales tienen sus propios mártires. He aquí una realidad más en común que prefigura la necesaria unidad, así como la viven ya estos mártires en el cielo, quienes sin duda interceden juntos por la unidad y el ecumenismo en la tierra.


Esfuerzos comunes


Un punto de partida para el ecumenismo es tener la certeza de que los cristianos tienen la palabra de Cristo como una amplia base. Asimismo, la oración común permite a todos interceder por lo que haga falta.


El esfuerzo de las iglesias cristianas puede centrarse también, en hacer llegar la fe a la gente de hoy, como algo que da sentido y un matiz diferente a la vida.


Los cristianos y específicamente los católicos, deben ver al ecumenismo como un “intercambio de dones”, según palabras de san Juan Pablo II, dado que cada una de las iglesias cristianas tiene sus tesoros particulares en la tradición de la fe. Esta actitud permitirá acercarse sin miedo al ecumenismo y más bien sentirlo como un enriquecimiento.


Las enseñanzas de la Iglesia insisten mucho hoy en que el ecumenismo “es un don del Espíritu Santo”, por lo que se debe tener un corazón abierto para escuchar lo que quiere Dios de este diálogo, el cual debería llevar a realizar aquellas acciones comunes que el mundo requiera.

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